Leche de cáñamo

La leche de cáñamo es una de esas bebidas vegetales que puedes hacer en casa, sin esfuerzo y de manera sencilla. Además, gracias a tu Thermomix®, podrás conseguir la textura ideal.

Lo mejor que tienen este tipo de bebidas o leches vegetales caseras es que no llevan ingredientes artificiales y que las puedes endulzar, o no, con lo que más te guste.

Las semillas de cáñamo tienen un sabor entre avellana y nuez muy rico, así que ahora ya puedes disfrutar de una bebida vegetal sin lactosa, sin gluten, muy nutritiva y hecha con solo 4 pasos.

¿Quieres saber más cosas sobre la leche de cáñamo?

Las semillas de cáñamo las puedes encontrar fácilmente en tiendas especializadas o herboristerías.

Verás que hay varias opciones: enteras, conocidas como cañamones, crudas, tostadas y también las peladas o descascarilladas.

Estas últimas son las que más me gustan porque ya están listas para consumir. Y se pueden incorporar fácilmente a tus desayunos, ensaladas o preparar un rica leche casera.

Las semillas de cáñamo tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que benefician especialmente al corazón y al cerebro.

Aportan una cantidad enorme de vitamina E (90 mg) que protege a las células y los tejidos del envejecimiento.

Poseen aminoácidos esenciales y son ricas en aminoácidos azufrados. Destacan por su nivel de arginina, que beneficia al sistema cardiovascular.

Además son muy fáciles de incorporar a la dieta ya sea haciendo esta rica receta de leche o bien espolvoreándolas sobre ensaladas o cremas.

Personalmente me gustan las semillas de cáñamo porque son más digeribles que las legumbres, carece de gluten y tampoco es una gramínea lo que viene muy bien para aquellas personas que hayan desarrollado intolerancias a este tipo de alimentos como el arroz o el maíz.

La leche de cáñamo la puedes endulzar a tu gusto. Yo he optado por dátiles medjoul que son muy dulces quedando una bebida vegetal muy rica para tomar en cualquier momento.

Esta leche vegetal se puede conservar en la nevera hasta 5 días.