¿Cuál es la diferencia entre capón, pollo y pularda?
Se acercan las fechas navideñas por lo que seguramente en muchas casas la cena de nochebuena o la comida de Navidad contará con pollo al horno o relleno. Sin embargo no es esta la única carne de ave que podemos servir en nuestra mesa y de hecho, podemos encontrar recetas en la que aparecen el capón y la pularda sin que sepamos exactamente qué son o si son lo mismo que el pollo. Descubramos entonces a continuación, ¿cuál es la diferencia entre capón, pollo y pularda?.
Diferencia entre capón, pollo y pularda
Antes que nada tenemos que decir que aunque no son lo mismo, lo cierto es que en todo momento hablamos de pollos, gallos y gallinas que son criados para uso gastronómico.
El Capón
Comenzamos por el capón que suele ser muy buscado y comprado en temporadas como la navideña ya que su carne se considera mucho más jugosa que la del pollo y es perfecta para cocinar rellena o asada. En este caso se trata de un gallo de corral cuya carne es más fina y tiene más peso que la de los gallos camperos. Aunque no deja de ser un gallo, el capón es castrado a edad temprana, alrededor de los cuatro meses. Cuando se castra inicia su periodo de engorde hasta que llega los 3-4 kilos de peso que ya se puede sacrificar
El pollo
Al hablar de pollo puede que todo el mundo sepa a qué nos referimos, pero lo cierto es que existe el pollo de corral que es criado para ser sacrificado cuando tiene ya varios meses y también está el de granja que se cría de forma industrial y que se suele sacrificar a los 45 días. En el caso del pollo, hablamos de un animal cuya carne es tersa y fibrada. Si compramos pollo de corral suele sacrificarse a la edad de 5 meses y el peso puede variar entre el kilo y medio y los tres kilos.
La pularda
Por último tenemos la pularda que hace referencia al procedimiento de criar gallinas para un uso gastronómico. El origen de la pularda la encontramos en Francia y en la «poularde». Se trata de una gallina joven a la que se le quita un ovario para que no pueda dar huevos. Por otro lado se suele recurrir también al procedimiento de «engañar» a la fisiología en el aparato reproductor de las gallinas y para ello se las mantiene a oscuras sin que se muevan demasiado. Se libera así de su función de gallina ponedora para centrar su potencia metabólico a que pueda engordar a lo largo de un proceso algo largo de entre 5 y 8 meses hasta que llega a un peso que puede ir entre los 2,5 y los 3 kilos. La carne de la pularda se caracteriza por ser rica en grasa infiltrada, tierna y sabrosa.
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