Lentejas estofadas súper cremosas con miso y jengibre
Hoy preparamos unas deliciosas lentejas estofadas super cremosas con miso blanco y jengibre. No vais a poder dejar de comer estas lentejas ¡se funden en la boca! Son super sabrosas y super cremosas. Y que no os asuste el nombre, porque veremos alternativas si no tenéis pasta de miso. Merece la pena prepararlas incluso sin el miso. ¡No os las perdáis!
El miso es una pasta cremosa súper aromática y sabrosa (umami) que se utiliza como condimento en la comida asiática (sobre todo en Japón). Se elabora principalmente con semillas de soja o cereales y sal marina, que fermenta gracias a la acción del hongo koji. Es un producto súper natural y, por ello, tiene grandísimos beneficios para el organismo. Además es una forma fabulosa de aderezar y condimentar nuestros platos de forma saludable y nutritiva. Un día dedicaremos un especial al miso para que podáis conocer todas las propiedades y no os de miedo empezar a utilizarlo y ¡¡a crear vuestros propios platos llenos de umami!! En este caso vamos a utilizar un par de cucharaditas de miso blanco (este tipo de miso es el más suave y sutil de sabor) para darle un punto umami y sabroso a nuestras lentejas (digamos, que podría ser el sustituto de la típica pastilla de caldo industrial).
Podéis comprar la pasta de miso en cualquier tienda de comida oriental y podéis meterlo en una bolsa zip, aplanarlo y meterlo al congelador. Como tiene tanta cantidad de sal no se llega a congelar del todo, así que es un formato super práctico para ir sacándolo a cucharaditas y usar justo lo que necesitamos.
El resto de ingredientes de nuestro estofado de lentejas serán ingredientes normales y asequibles, pero que le van a dar un sabor al caldo y una cremosidad ¡fuera de serie!
Os recomendamos siempre comprar lentejas a granel o lentejas en saquitos de muy buena calidad. Es un ingrediente barato, así que merece la pena invertir un poquito de dinero porque obtendremos unos resultados espectaculares.
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